
Griega, pero de corazón también Mexicano, no me siento anclada a algún lugar especifico. En cambio, mi ser autónomo parece estar dentro de un núcleo. Ese centro que me contiene es la escultura. Es algo fuerte, real y movible. He trabajado con una gran variedad de materiales que modelo o tallo según sus propiedades o los requisitos de la obra. Como en una semilla, todo mi ser está dentro de ese núcleo y está listo para germinar en cualquiera de sus formas.
Mi obra es abstracta, con un lenguaje orgánico, haciendo referencia a la naturaleza. Por mi cultura, las leyendas son a menudo presentes y una gran fuente de inspiración.
La naturaleza es un tesoro universal y su maltrato por el hombre, una preocupación general. El ser humano, en la mayoría de las culturas ancestrales, se acerca a ella por medio de mitos o creencias espirituales.
Por respeto a mi entorno uso materiales de deshecho para hacer mis modelos. Cuando tallo mármol o madera los transformo lo menos posible. Justo lo suficiente para que de piedras o troncos se vuelvan esculturas. Ellos me guían.
Hoy en día el acercamiento al ecosistema por el hombre desarrollado no es por la mitología sino por la ciencia y el arte. Cualquier concientización es importante y trascendente. Sea cual sea el camino.

Alegría de Vivir. 52cm x 37cm x 20cm. Caja, técnica mixta. 1999